Es más fácil
hablar del extranjero.
El día a día
tan cálido
la mesa con frutas
las zapatillas viejas
el autobús a tiempo
son hoy que se escapa.
El recuerdo
en cambio
perdura
como una sombra
de nosotros mismos.
De ese yo
ya desconocido
al que llamamos
extranjero.