CCTV

“Mil cámaras velan por tu seguridad”. Esta frase le hace sentir aún más angustia.

Está de nuevo en el metro y vuelve a ver todo como por primera vez: huele a sudor concentrado, siente el aire caliente que se condensa, el maquillaje reblandecido en las sienes, el tacto pegajoso y frío de la barra metálica. Se sujeta para no perder el equilibrio. Su mano casi roza otra mano. Una mano fragmentada, sin cuerpo. Dos manos que se agarran a la barra para no caer.

Observa un punto fijo y atraviesa las miradas ausentes de los pasajeros. Piensa en qué pensarán ellos. Si sentirán la asfixiante observación de las cámaras, si también temerán que se derrita el maquillaje o que alguien les empuje y les tire al suelo. Piensa cuánto durará el viaje de metro.

De pronto un bebé llora. Grita a pleno pulmón. Y todos los viajeros se giran. Alguien podría pensar que están molestos por los llantos pero lo cierto es que, en realidad, tienen envidia. El bebé puede hacerlo. Grita, berrea, y parece que su lloro de hambre o sueño o cualquier necesidad humana básica supera por unos segundos el ruido mecánico, sordo e imparable del traqueteo del vagón de metro.

Glitch

Hoy he participado en una clase sobre glitch, impartida por Blanca Rego, cineasta experimental.

Algunas ideas que ha explicado Blanca

El glitch es un fallo tecnológico de origen desconocido que surge por sorpresa. Puede ser una maraña de píxeles, líneas, colores… Puede ser, por ejemplo, un archivo dañado por un códec. Es un poco efímero y misterioso.

El glitch art no trata tanto sobre crear imágenes sino sobre desintegrar y recontextualizar estas imágenes.

Lo corrupto no es la imagen glitch sino la publicidad que nos presenta una idea errónea de la realidad.

Los glitches que he creado

Si abro una imagen con una aplicación de texto, resulta que la información de la imagen se traduce a texto. Por ejemplo, esta imagen se corresponde a esta información:

Es algo así como la traducción en texto de una imagen. El simple hecho de descubrir ese concepto, ya me parece genial.

Pero es que, además, modificando el texto que corresponde a la imagen, puedo editar la imagen, jugando a crear glitches. Lo que sucede es que no puedo saber exactamente cuál es el resultado final hasta que no lo vuelvo a guardar como imagen. Si hago demasiados cambios, la imagen se rompe por completo y no puedo abrirla de nuevo.

En un mundo ideal, me encantaría dominar el lenguaje (¿código?) de las imágenes para poder editar una imagen con texto, simplemente programando.

Por el momento, os dejo aquí algunos experimentos que he hecho, cortando y pegando fragmentos de texto:

Aquí he añadido un snippet (un fragmento de texto o código) de otra fotografía (un puente rojo) al texto de esta imagen:

Creo que el resultado no es un glitch canónico, pero no deja de ser una imagen imposible: un mar rojizo, de lava, fuego o sangre, fragmentado, artificial y donde el color proviene de un puente rojo y oxidado que está en otra parte del mundo, un trozo de hierro fusionado con la naturaleza gracias a la modificación artificial de un fragmento de texto.

Al sol

Estuve mucho tiempo al sol y mi piel se está escamando. Bajo la piel morena y áspera asoma ahora un resto de carne color rosa pálido.

Mi brazo parece estar roto, las grietas dibujan un mapa: continentes aislados, países, islas.

La epidermis vieja y quemada se abre lentamente para dar paso a la otra, fresca y suave. No duele. No sangro. Sucede sin que me dé cuenta. La piel se regenera.

Comprar libro

IMG_20200813_193333

Ya está disponible el libro Manos para su compra online.

Manos recoge las vidas de algunos habitantes del Valle de Valdivielso. A través de la mirada de su autora, recorremos varios pueblos de Burgos y conocemos la historia reciente de las generaciones que nos han precedido. Con su narración sencilla y sus pinceladas autobiográficas, nos adentra en un espacio de intimidad y reflexión.

Tiene un coste de 10€ y no tendrás que pagar gastos de envío.

 

Para cualquier duda, escríbeme a marinapereda@gmail.com

¡Gracias!

 

 

Presentación – Manos

cartel jpg

 

El próximo sábado presento la exposición de fotografías y el libro Manos en Puentearenas, Burgos.

Recientemente, me hicieron una entrevista en Radio Valdivielso, la radio local del valle en el que residí durante una semana y donde entrevisté y fotografié a los protagonistas de estas historias.

Aquí os dejo el link a la web de Radio Valdivielso, donde podéis escuchar una breve entrevista en la que participo con mis padres, Ana y César.

Proyecto Manos en Kickstarter

En agosto de 2018 tuve la oportunidad de realizar una estancia en la casa de la Cooperativa Sankara, en Puentearenas, Burgos. Me acogieron como artista residente a lo largo de una semana, para desarrollar el proyecto Manos.
En esta obra, quiero recoger fotografías e historias de las manos que habitan estos lugares. Las manos trabajan el terreno, tienen la capacidad de transformar y crear. En las manos se refleja el paso del tiempo, las heridas, el trabajo, el amor, los adornos. Las manos son al mismo tiempo fuerza y caricia. Son huellas de nuestra identidad.

Estoy editando mi primer libro, con la ayuda de Fundación Caja de Burgos, en el que recojo las historias y las fotografías de algunos habitantes del Valle de Valdivielso. Creo que, en realidad, pueden ser historias universales que representan la memoria y el presente de nuestros pueblos.

He lanzado una campaña en Kickstarter, una plataforma de pago online, para que puedas comprar el libro con antelación. Además de ayudarme a publicar esta pequeña obra, podré calcular las impresiones que necesito. Idealmente, una vez el libro esté editado e impreso, a finales de noviembre, podré dártelo en mano y será una gran oportunidad de conversar – ese espíritu de diálogo y cercanía es el que ha impulsado la creación de esta obra y es el que me gustaría mantener, incluso en los entornos virtuales.

Si tienes alguna duda o sugerencia, puedes dejarla en los comentarios de este artículo o escribirme a marinapereda@gmail.com

_MG_6227

Cachorros

La perra tuvo cachorros en otoño, dio a luz en casa de Carmen. Tuvo varías crías y todas salieron bien, primero la cabeza y luego el resto del cuerpo. Ella iba lamiéndolas a medida que las veía aparecer. Temblaba.

Paula estaba detrás de la verja de la casa, con una muñeca en la mano, y miraba la escena desde la distancia.

-¿Cómo se van a llamar?

-Aún no lo sé, ve pensando algún nombre.

Carmen preparaba un barreño con agua en la cocina. Paula se acercaba al animal con pasos cortos, la mirada fija en la cría que se asomaba. Un par de cachorros mamaban con los ojos cerrados. La perra seguía temblando, parecía cansada.

Paula se agachó y se aproximó a su hocico.

-Si le tiro un palo, ¿correrá a por él como hace siempre?

-¡Aparta, no la toques! Ahora no puede jugar – gritó Carmen.

Paula se quedó quieta frente al animal, con gesto de asombro y pena.

-Todos nacemos así, es ley de vida. – Carmen puso el balde con agua en el suelo. – Y algún día, cuando tengas hijos, tú harás algo muy parecido.

La perra seguía lamiendo la piel de las crías. Paula respiraba profundamente y esperó a que Carmen volviera a entrar en la casa.

Cuando ya no podía verla, la niña cogió la muñeca por los tobillos, le dio un beso y la lanzó lo más lejos que pudo, más allá de la verja. Miró de nuevo al animal, que permaneció inmutable, con la mirada atenta a sus cachorros.