“There was a man in the land of Uz, whose name was Job; and that man was perfect and upright, and one that feared God, and eschewed evil.”
The Tree of Life – Terrence Malick – 2011

The Geographer Vermeer 1668

Ordet Dreyer 1925

Lektionen in Finisternis – Werner Herzog – 1992
Cuesta creer que estas son imágenes de la Tierra y no de Marte, que es real y no ciencia ficción, que es producto de la ira del hombre y no de la de un dios destructor, que ese lugar absolutamente aniquilado, estéril, existe. Pero lo más difícil es, sin duda, apartar la mirada. Uno está totalmente cautivado, inmerso en la pantalla. Es terrible, sí, pero, por eso mismo, fascinante. Como los rostros de las esculturas de Miguel Ángel. Y parece cruel recrearse en unas imágenes tan duras, pero también es inevitable, porque la emoción, la experiencia de contemplar estos paisajes apocalípticos, la sensación de haber avanzado milenios y tener la oportunidad de estar presente en el fin del mundo, son tan fuertes que superan los argumentos que nuestra razón podría esgrimir. Lektionen in Finsternis no es un ensayo sobre la guerra, es una ópera sobre la última mirada al mundo.

In The Mood For Love – Wong Kar-Wai – 2000
Hong Kong en 1962 es descrito a través de las calles, los vecinos cotillas y la comida. El rojo es por la pasión, China, la sangre y la traición. Es lo que susurran los amantes que no quieren ser descubiertos. Tienen secretos, secretos como sombras que los siguen a todas partes.

Fotograma de Wide Awake